Francisco culminó su peregrinación penitencial de casi una semana a Canadá en el aeropuerto de Iqaluit.
La ceremonia de despedida estuvo precedida por una exhibición de música y bailes tradicionales.
Francisco saludó con afecto a la gobernadora general de Mary May Simon y a otros líderes indígenas que estuvieron presentes antes de dirigirse en silla de ruedas al avión que puso rumbo a Roma.