El Papa Francisco se reunió por primera vez con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en 2014. Fue en el Vaticano.
Juntos discutieron formas de promover la paz en Asia y la atención al medio ambiente. El primer ministro regaló al papa la réplica de un espejo utilizado por los cristianos japoneses clandestinos en el siglo XVII. Este revela una cruz cuando se expone a la luz.
El Papa fue recibido posteriormente por Shinzo Abe en Tokio durante su visita a Japón en 2019. Allí, ambos condenaron el uso y la posesión de armas nucleares, y el Papa instó al mundo a no dejar nunca que se repita la tragedia de un ataque nuclear, como ocurrió en Japón.
FRANCISCO
Siguiendo los pasos de mis predecesores, también quiero implorar a Dios, e invitar a todas las personas de buena voluntad, a seguir impulsando y promoviendo todas las mediaciones necesarias de disuasión para que nunca más, en la historia de la humanidad, vuelva a ocurrir la destrucción generada por las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki.
La única víctima de un ataque nuclear en la historia, Japón, ha colaborado estrechamente con el Vaticano para promover el desarme nuclear. Incluso después de la muerte de Shinzo Abe, seguirá siendo un área clave de colaboración entre los dos países.
La reducción de la amenaza de las armas nucleares en todo el mundo fue uno de los temas centrales de discusión en la reunión del Papa Francisco con el actual Primer Ministro japonés Fumio Kishida, así como con la jefa de la Secretaría General de Desarme de la ONU, la diplomático japonés Izumi Nakamitsu