El Papa recibió en una visita ad limina a otra delegación de obispos brasileños. Vienen en Roma por turnos para hablar en confianza con Francisco. Él les dio una muy buena noticia.
Hace tres días que puedo caminar.
Este tipo de visitas son famosas por la libertad y familiaridad que se respira en ellas. Los obispos pueden preguntarle de todo.
Uno puede hablar a condición que digas lo que quieras sin censura.
Las visitas de los obispos brasileños son especialmente emotivas para Francisco. En esta ocasión, le desearon muchos años de vida con una canción similar al “cumpleaños feliz”
RM