El Vaticano ha publicado un desglose de las donaciones de los católicos dirigidas al Papa, conocidas como el Óbolo de San Pedro.
El fondo se mantiene gracias a una colecta anual de las diócesis de todo el mundo, así como de contribuciones individuales, para apoyar las actividades de servicio llevadas a cabo por la Curia Romana y contribuir a las organizaciones benéficas que ayudan a los más necesitados.
En 2021, el fondo registró un déficit de más de 18 millones de euroes, con un ingreso de casi 47 millones de euros, y 65 millones de dólares de gastos.
Esto continúa una tendencia a la baja en las donaciones al Óbolo de San Pedro. La recaudación de 2021 bajó un 15% respecto a la de 2020, que fue un 18% menor que en 2019. El Vaticano ha dicho que las pérdidas se vieron agravadas por la pandemia.
El Óbolo de San Pedro se vio envuelto hace unos meses en un escándalo relacionado con la inversión del Vaticano en una propiedad de Londres, en la que se perdieron unos 117 millones de euros, que en buena parte provenían del fondo.
Tal vez por ello, el Vaticano hizo una lista de cómo se habían gastado los fondos, con unos 55 millones de dólares desglosados para el funcionamiento de sus diversos departamentos, embajadas e iglesias locales, y casi 10 millones de euros dirigidos a organizaciones benéficas.
África y Asia fueron los mayores receptores de ayuda, y Estados Unidos, Italia, Alemania y Corea del Sur los mayores contribuyentes.
RG