Peregrina a Jerusalén saluda al Papa con nariz de payaso: “Le ha dado un ataque de risa”

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05/06/2022
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Carlota Valenzuela acaba de llegar a Roma. Viene de Finisterre, un pueblo que antaño representaba el fin del mundo conocido. Está peregrinando a Jerusalén para descubrir qué quiere Dios de ella.

Al pasar por Roma ha parado unos días para descansar, visitar a familiares y saludar al Papa. A Francisco le hizo gracia su iniciativa y que se presentara ante él con una nariz de payaso.

CARLOTA VALENZUELA
Finisterre a Jerusalén
Le ha dado como un mini ataque de risa y a mí me ha dado otro mini ataque de risa. He ido a contarle un poco lo que estoy haciendo. Le he contado que he venido andando a verle, que he hecho 3.000 kilómetros andando para venir a verle y él me ha dicho: “¡¿Cómo?!”. Y le he dicho que estoy peregrinando desde Santiago a Jerusalén.

Y entonces le he dicho que antes de ver a Jesús quería pasar a saludar a Pedro. Y me ha dicho: “Muy bien, hay que saludar al portero”.

Carlota está contando su viaje en “Finisterre a Jerusalén”, una cuenta de Instagram en la que comparte lo que está aprendiendo, habla abiertamente de su fe y pide ayuda para encontrar quien la acoja durante su peregrinación.

En su visita al Papa, Carlota le ha regalado un pequeño pasaporte donde cada mes ha escrito una lección importante. Entre otras, fiarse de Dios y hacer de la alegría su bandera. Por eso le ha pedido que bendiga su nariz de payaso.

CARLOTA VALENZUELA
Finisterre a Jerusalén
Entonces lo que le he pedido es que bendiga esta nariz para que yo pueda seguir llevando la alegría de Dios a las familias con las que me encuentro por el camino. Entonces ya me la he puesto para dar la bendición y ha sido un momento muy gracioso.

Durante los cinco meses que lleva caminando, muchas personas le preguntan lo mismo a Carlota. Que si piensa meterse a monja. A ella le divierte la pregunta y cree que no se es mejor cristiano por tener una vocación u otra.

CARLOTA VALENZUELA
Finisterre a Jerusalén
Dios nos llama a cada uno de una forma súper personal. Dios tiene un camino para cada uno porque nos ha creado diferentes. Entonces pensar que, por sentirte muy querida por Dios y muy cerca de Dios, tienes que tener una vocación religiosa... Me parece que es simplificar algo que es mucho más grande y mucho más bonito. Entonces lo que yo intento contarle a la gente es que esto de la fe no es solo cura, monja, monje y luego la gente normal. Si no que estamos todos juntos y todos somos Iglesia. No podemos hablar de la Iglesia en tercera persona. Porque la Iglesia es primera persona, la Iglesia somos nosotros.

Carlota comienza la segunda etapa de su viaje el 7 de junio, justo cuando cumple 30 años. Pretende llegar a Jerusalén en Navidad. Ahora recorrerá países de los que no conoce ningún idioma y cree que será una experiencia más “salvaje”. Pero está tranquila porque sabe que Dios la acompaña.

RM 

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