Era casi, casi como pedir un milagro, pero lo ha conseguido. Ibon, un joven vasco de Lekeitio, ha cumplido la promesa que le hizo al pintor Alberto López Brasaola antes de que falleciera, el pasado marzo.
Él mismo, acompañado de la familia de Brasaola, le ha entregado al papa Francisco su retrato al término de la Audiencia General en la plaza de San Pedro.
Está pensativo
...¡Como si yo pensara!
Además del cuadro de Brasaola, Ibon Pérez también traía mate y alfahores hechos por una vecina de Lekeitio para el pontífice argentino.
A ver cómo han llegado porque han recorrido 2.000 kms. Están bien, ¿eh? Están bien. Y esto es una carta de quien los ha hecho.
Muchas gracias. Recen por mí.
Ibón escribió al Vaticano hace dos años pero la falta de respuesta no impidió que siguiera intentándolo.
Cuando Alberto falleció, a los 84 años, tras una vida entre brochas, a veces gorda, a veces pudiendo inspirarse hasta en una revista del corazón para apuntalar su creatividad, Ibón pidió ayuda a través de las redes sociales.
Periodista de profesión, consiguió que colegas vaticanistas le ayudasen y de la Santa Sede llegó la ansiada invitación. Darle el cuadro, que ha viajado con él y la familia desde Lekeitio, y saludar al Pontífice.
IBON PÉREZ
Una experiencia única. Una experiencia que no se puede describir. Tengo a mi madre también que es invidente. Me dijo ayer 'Ojalá yo pudiese ver al Papa' y lo he visto yo, lo he mirado cara a cara yo por mi madre. Y Nada, un sueño cumplido.
Además de las dificultades para conseguir ser recibido nada menos que por el Papa, tanto Ibon como su familia se han costeado de su propio bolsillo el viaje y la estancia en Roma. Un esfuerzo por el que se siente recompensado.
IBON PÉREZ
Alberto quería que yo este cuadro se lo diese al Papa. Yo creo que él se hubiese conformado con que este cuadro acabase en la Basílica de Santa María de Lekeitio, pero me consta que va a estar en la Casa de Santa Marta (donde reside el Papa) y espero que este cuadro le mire al Papa y le diga: Jorge María, coge fuerzas y al toro. Porque nos ha dicho que recemos por él.
RG