José María Tojeira era provincial de los jesuitas en Centroamérica cuando mataron a Ignacio Ellacuría y a otros cinco jesuitas en El Salvador.
Dormía en una casa a 40 metros de ellos cuando el Ejército los atacó. Dice que estuvieron 20 minutos disparando y que usaron todo el armamento imaginable. Incluso un cohete antitanque. Los asesinos intentaron simular que los jesuitas murieron en el fuego cruzado entre la guerrilla y el Ejército.
JOSÉ MARÍA TOJEIRA
Exprovincial, provincia de Centroamérica
Se usaron los M-16, que es el fusil de combate normal norteamericano. Un AK-47, que es el de combate de la entonces Unión Soviética. E incluso usaron una ametralladora M-60, que son estas ametralladoras que se colocan en el suelo y que disparan con un calibre mayor. Tiraron tres granadas...
José María Tojeira dice que los mataron porque buscaban una salida negociada a la guerra civil, pero los dos bandos buscaban el triunfo militar. También por denunciar las violaciones de Derechos Humanos de la dictadura.
JOSÉ MARÍA TOJEIRA
Exprovincial, provincia de Centroamérica
Los enemigos de pluma, decían ellos, de pluma, de escribir, eran más peligrosos que los de fusil.
Yo creo que los jesuitas durante la guerra salvaron vidas con sus actos, con su defensa de los Derechos Humanos, pero yo creo que salvaron más vidas con su muerte que con su trabajo previo.
Su muerte provocó una oleada de solidaridad y solamente seis meses después se firmó el primer acuerdo entre el Ejército y la guerrilla en El Salvador.
33 años después, Tojeira sigue pidiendo una reparación. Pero está en una encrucijada.
JOSÉ MARÍA TOJEIRA
Exprovincial, provincia de Centroamérica
Nosotros deseamos Justicia pero no queremos venganza. A los 70 años, meterle una pena de 30 años a una persona si no hay mecanismos de suavización de la pena...
También teme que sirva de pretexto para que el asesinato se utilice políticamente y esto provoque una persecución de un bando a otro.
RM