Esta es la historia de una empresa que nació al revés.
No se creó para ganar dinero sino para dar trabajo. Y a personas marginadas. Nació en los años 80 y hoy tiene 500 empleados. De todos ellos, unos 300 presentan alguna discapacidad.
Y lo mejor de todo es que sí: ganan dinero. Sus yogures y productos lácteos son los más consumidos en la zona.
ALBERT RIERA
La Fageda
Está funcionando porque si no funcionara, el proyecto social se iría abajo. Sabemos que tenemos que tener margen, que tenemos que tener beneficio. Es una condición sine qua non para que salga adelante la globalidad del proyecto.
La empresa es La Fageda. Y está en el noreste de España, en Girona. Fue creada en los años 80 por Cristóbal Colón, psicólogo. Y sufría al ver que los manicomios no bastaban o eran insuficientes para integrar a personas discapacitadas. Había que hacer algo más, algo que les diera dignidad. Y por eso decidió crear esta empresa.
ALBERT RIERA
La Fageda
Antes que existiera el negocio, ya teníamos a las personas contratadas. Porque el objetivo es ofrecer puestos de trabajo a personas que normalmente están marginadas del mercado laboral.
Porque nosotros tenemos además de los ingenieros, financieros, “marquetinianos”, tenemos un equipo de terapeutas (psicólogas, educadoras sociales, trabajadoras sociales), que trabajan codo con codo con los técnicos siempre con una misma mirada proteger, acompañar y ayudar a estas personas.
Albert explica que además las personas con discapacidad que se integran en grupos de trabajo mejoran el ambiente. Dice que no es fácil pero La Fageda demuestra que la inclusión es posible.
Albert estuvo presente en el congreso organizado por Rome Reports donde se presentaron iniciativas de proyectos acordes con la doctrina social de la Iglesia, y eso que La Fageda no es una empresa de inspiración cristiana. Entre los presentes estaba Anna Maria Tarantola, presidenta de la Fundación Centesimus Annus, quien señaló dos errores que impiden empresas más inclusivas.
ANNA MARIA TARANTOLA
Presidente, Fundación Centesimus Annus
Produce miedo cambiar de esquema y por otro lado aún hoy prevale el ver las cosas a corto plazo, a lo que se asocia la profunda convicción que las fuerzas del mercado por sí solas son capaces de encontrar nuevos equilibrios y de resolver los problemas.
Centesimus Annus es la encíclica de Juan Pablo II publicada en 1991 y que supuso un paso importante para profundizar en la Doctrina Social de la Iglesia.
JRB