El Papa Francisco se reunió con el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, en Casa Santa Marta, en lugar de en la biblioteca del Palacio Apostólico, donde suele recibir a los jefes de Estado.
Su encuentro se produce cuando Japón cumple 80 años desde que se convirtió en el primer país asiático en establecer relaciones diplomáticas plenas con la Santa Sede en 1942.
El Primer Ministro ofreció al Papa una cerámica de Hiroshima, de donde es originaria su familia.
A cambio, el Papa le regaló una escultura de bronce con símbolos de la paz.
Se ve la paloma y el olivo.
Según un comunicado del Vaticano, ambos hablaron sobre la guerra en Ucrania y expresaron su esperanza mutua de un mundo libre de armas nucleares. El portavoz del Vaticano dijo que hablaron de que el uso y la posesión de armas nucleares es inconcebible.
Su reunión se hace eco de la visita del Papa a Hiroshima y Nagasaki en 2019, donde pidió a los líderes mundiales el fin del uso de las armas nucleares.