A las 8:30 de la mañana, el Papa salió de Roma para iniciar su visita apostólica a la isla de Malta, frente al extremo sur de Sicilia.
El Vaticano anunció que, antes de ir al aeropuerto, el Papa se reunió con un grupo de refugiados ucranianos que se alojan en Roma. Es la primera interacción del Papa con migrantes y refugiados del fin de semana. Se espera que su viaje de dos días, esté centrado en este tema.
Por primera vez en un viaje papal, el Papa Francisco no subió las escaleras para entrar al avión, sino que lo hizo con este ascensor. Esto deja claro que el dolor de rodilla que ha sufrido en los últimos días le sigue molestando.
A bordo del avión papal, saludó a los periodistas y fue breve hablando del viaje.
Es breve, pero será bonito.
Respondiendo a las preguntas de los periodistas, dijo que un futuro viaje a Kiev está sobre la mesa.
Tras el vuelo de hora y media, el Papa aterrizó en Malta y volvió a utilizar un ascensor para bajar del avión.
El Papa fue recibido en la pista de aterrizaje por el presidente de Malta, George Vella, y su esposa, antes de que dos niños le ofrecieran flores de bienvenida. Estaban emocionados por recibir rosarios bendecidos por el Papa.
El primer ministro de Malta, Robert Abela, saludó al Papa. Ya lo había visitado en el Vaticano el pasado mes de octubre.
Después, una banda musical tocó los himnos nacionales de Malta y del Vaticano.
El Papa y el presidente se dirigieron a la sala presidencial del aeropuerto, donde se reunieron durante unos 15 minutos. Tras la reunión, el Papa subió a un Fiat 500 blanco para dirigirse al Palacio del Gran Maestro en Valleta, donde se encuentra la oficina del presidente, para tener un encuentro con los líderes civiles y el cuerpo diplomático de Malta.
JM
