El apóstol San Pablo sufrió un peligroso naufragio en su viaje desde Creta a Roma en el año 60 de nuestra era.
FR. JOSEPH MIZZI
Arcipreste de la Iglesia de St. Paul
“Cuando se dirigía a Roma hubo una gran tormenta. De forma que su nave fue arrastrada hasta esta isla, donde naufragó. La gente de la isla le recibió y le atendió muy bien”.
Se trataba de la isla de Malta y aquí, en esta gruta situada en las afueras de la antigua capital, Mdina, es donde la tradición asegura que vivió durante tres meses.
Los Hechos de los Apóstoles relatan que San Pablo estableció una buena relación con el prefecto romano, llamado Publio. Según la tradición, este funcionario del imperio romano se convirtió al cristianismo, ejerció como líder de la comunidad local y se cuenta entre los primeros santos. Por eso, la iglesia que está sobre la gruta se dedicó a San Publio.
FR. JOSEPH MIZZI
Arcipreste de la iglesia de St. Paul
“Este lugar es especialmente importante porque es aquí donde curaba a los enfermos de la isla, tal y como se narra en los Hechos de los Apóstoles. Curó al padre del prefecto de la isla, Publio. Pero también a otros enfermos. Aquí también anunció por primera ve el Evangelio. Por eso vemos representado a Pablo con el libro, el Evangelio en las manos”.
Fue un religioso español, llamado Juan Benegas de Córdova, quien se hizo con la propiedad de estos terrenos a comienzos del siglo XVII y empezó a difundir la devoción a San Pablo. Más tarde donó la gruta a la Orden Hospitalaria de San Juan, conocida como la Orden de Malta, que edificó la iglesia que se encuentra encima de la gruta.
Desde entonces la difusión de este lugar se ha extendido por todo el mundo cristiano. Aquí recuerdan la visita del célebre almirante Nelson, el héroe de Trafalgar en el año 1800.
FR. JOSEPH MIZZI
Arcipreste de la Iglesia de St. Paul
“Además, mucha gente viene a esta gruta desde todo el mundo. Muchas peregrinaciones, muchos grupos. Algunos vienen como turistas, para ver. Se trata de una gruta simple. No hay nada sorprendente, porque tratamos de mantener todo como era, en la medida de lo posible”.
Entre otros personajes ilustres, hasta esta gruta han venido a rezar San Juan Pablo II y el Papa emérito Benedicto XVI. Este fin de semana estará el Papa Francisco.
AO
