Cuando parece que no hay espacio para la diplomacia, las organizaciones religiosas son capaces de abrir nuevas vías. Es algo que la embajadora de la Unión Europea ante la Santa Sede, Alexandra Valkenburg, valora en plena guerra de Ucrania.
ALEXANDRA VALKENBURG
Delegación UE ante la Santa Sede
“Parte de nuestro trabajo es entender el papel que la Santa Sede puede jugar, explicar a nuestros responsables el papel que puede tener la religión en todo este conflicto. También hacer ver cómo las organizaciones religiosas pueden contribuir a encontrar una solución a este conflicto”.
En una situación de guerra, más allá de las fuentes diplomáticas es clave tener la visión de quienes trabajan sobre el terreno.
ALEXANDRA VALKENBURG
Delegación UE ante la Santa Sede
“Actualmente, algunas organizaciones religiosas están teniendo una misión importante a la hora de ser nuestros ojos y nuestros oídos en lo que ocurre, pero también en la ayuda humanitaria”.
Pese a los llamamientos del Papa Francisco a la paz, la respuesta del patriarca ortodoxo de Moscú no alimenta la esperanza.
ALEXANDRA VALKENBURG
Delegación UE ante la Santa Sede
“Estos dos líderes religiosos y sus organizaciones pueden contribuir a una solución pacífica. Al menos pueden mantener abierto el diálogo. Porque solo hablando entre unos y otros podemos encontrar una solución”.
En este periodo bélico, la embajadora encuentra un motivo para estar orgullosos de Europa.
ALEXANDRA VALKENBURG
Delegación UE ante la Santa Sede
“Considero muy positiva la enorme solidaridad hacia los desplazados, los refugiados de Ucrania que ahora mismo están buscando asilo en los distintos estados miembros de la Unión Europea'.
Una acogida que ha sido fomentada y aplaudida por el Papa Francisco y la mayoría de las instituciones de la Iglesia Católica.
AO
