Como cada domingo desde que comenzó la guerra, el Papa criticó con dureza la guerra en Ucrania. Esta vez el Papa tampoco se anduvo con rodeos diplomáticos y la ha calificado de “invasión”.
FRANCISCO
Ha pasado más de un mes desde el inicio de la invasión de Ucrania, del inicio de esta guerra cruel e insensata que, como toda guerra, representa una derrota para todos, para todos nosotros. Leí que desde el inicio de la agresión a Ucrania, uno de cada dos niños ha abandonado el país. Esto quiere decir destruir el futuro, provocar traumas dramáticos en los más pequeños e inocentes. Esta es la bestialidad de la guerra, acto bárbaro y sacrílego.
El Papa insistió en que la vía para la paz no pasa por aumentar el gasto militar.
FRANCISCO
La guerra no puede ser algo inevitable. No debemos acostumbrarnos a la guerra. Debemos, en cambio, convertir la indignación de hoy en compromiso para el mañana. Porque, si de esta situación salimos igual que antes, de algún modo seremos todos culpables. Ante el peligro de la autodestrucción, la humanidad debe entender que ha llegado el momento de abolir la guerra.
El Papa concluyó de este modo una semana dedicada al 100% a denunciar las atrocidades de la guerra y a rezar por la paz.
JRB