El presidente de la Academia para la Vida, monseñor Vincenzo Paglia, se muestra especialmente afectado por la crueldad de la guerra con los mayores. Muchos de ellos no aparecen en las fotos, porque se resisten a huir y quedan atrapados y olvidados en los frentes de guerra.
MONS. VICENZO PAGLIA
Pte. Pontificia Academia para la Vida
“Me parece urgentísimo ayudar en esta emergencia a quienes son más débiles y que normalmente están marginadas y durante la guerra lo son doblemente”.
Paglia considera importante rebajar el clima de violencia y fomentar movimientos pacíficos, como recuerda que hizo Juan Pablo II con Solidarnosc en Polonia.
MONS. VICENZO PAGLIA
Pte. Pontificia Academia para la Vida
“Un movimiento pacífico que logró derribar un poder y un sistema comunista. Es un ejemplo de la fuerza de la no-violencia, que debe ser acogida y sustentada”.
Una de las preocupaciones de monseñor Paglia es que el aumento de la esperanza de vida en Europa deja a muchas personas sin objetivos, sin sitio en la comunidad.
MONS. VICENZO PAGLIA
Pte. Pontificia Academia para la Vida
“Imagine que la sociedad dejase a los jóvenes de 0 a 30 años sin ningún plan, sin indicaciones... ¡Sería una locura! Esto sucede a quienes tienen entre 70 y 100 años. No tenemos nada pensado para ellos. Ni desde el punto de vista económico, ni político, ni cultural... pero tampoco espiritual”.
Una autocrítica que ha manifestado expresamente ante el Papa Francisco, proponiendo una serie de catequesis sobre los ancianos y el envejecimiento, que en estas semanas son una realidad. Entre las soluciones que propone está el animar el encuentro entre generaciones
MONS. VICENZO PAGLIA
Pte. Pontificia Academia para la Vida
“Son dos fases de extremas de la edad que, si se visitan, si se encuentran, sirven de ayuda incluso a los adultos. Nos enseñan a entender la vida como don y relación”.
El presidente de la Pontificia Academia para la Vida asegura que reconocer la fragilidad de jóvenes y ancianos es clave para cualquiera que aspire a vivir con plenitud.
AO
