Durante la audiencia general el Papa reflexionó en cómo “el apoyo mutuo entre las generaciones” es necesario “para entender las experiencias vividas y enfrentarse a las grandes preguntas de la vida”.
Dijo que “la vejez impone ritmos más lentos, que crean espacios de reflexión profundos sobre el sentido de la vida, ritmos impensables cuando estamos sometidos a la dinámica obsesiva del tiempo”.
RESUMEN DE LA AUDIENCIA DEL PAPA:
Queridos hermanos y hermanas:
Al escuchar el texto del Génesis, quedamos sorprendidos por la longevidad de los antepasados. Padres e hijos viven juntos, por siglos, de manera que podemos encontrar un significado simbólico en la relación que existe entre la longevidad y la genealogía.
Constatamos que, al inicio de la existencia de una criatura, hay una tensión entre su origen “a imagen y semejanza de Dios” y la fragilidad de su condición mortal. De manera que el apoyo mutuo entre las generaciones es necesario para entender las experiencias vividas y enfrentarse a las grandes preguntas de la vida.
La vejez impone ritmos más lentos, que crean espacios de reflexión profundos sobre el sentido de la vida, ritmos impensables cuando estamos sometidos a la dinámica obsesiva del tiempo. Hemos visto cómo la pandemia ha obstaculizado el culto frenético a la velocidad; en este tiempo los abuelos se han convertido en una barrera que ha evitado que la vida afectiva de los más pequeños se marchite.
Esta alianza visible entre generaciones nos restituye la esperanza de no vivir en vano y también el amor por nuestra vida vulnerable que, asumida por el Hijo de Dios al hacerse hombre, nos asegura que nuestro destino es el de caminar hacia el encuentro con Dios.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Que el Espíritu Santo nos conceda la gracia de experimentar la belleza de cada etapa de la vida, que promueva la necesidad de una alianza entre las generaciones, llena de armonía y serenidad. Dios los bendiga. Muchas gracias.
JRB