Durante la audiencia general, el Papa agradeció a Polonia su solidaridad con el pueblo ucraniano.
FRANCISCO
Vosotros, los primeros, habéis apoyado a Ucrania abriendo vuestras fronteras, vuestros corazones y las puertas de vuestras casas a los ucranianos que escapan de la guerra. Estáis ofreciendo generosamente... Estáis ofreciendo generosamente a ellos todo lo necesario.
El Papa recordó que el traductor en polaco es precisamente de Ucrania.
FRANCISCO
Y sus padres están en este momento en el refugio bajo tierra para defenderse de las bombas en un lugar cercano a Kiev. Y continúa a cumplir con su deber aquí con nosotros. Acompañándolo a él acompañamos a todo el pueblo que está sufriendo los bombardeos, a sus padres ancianos y a muchos ancianos que están bajo tierra para defenderse. Llevamos en el corazón el recuerdo de este pueblo. Gracias a ti, por continuar con tu trabajo.
Era la jornada de oración y ayuno por la paz en Ucrania y coincidió con la audiencia general de los miércoles que el Papa está dedicando a los ancianos.
FRANCISCO
Y cuando vuelves a casa y está el abuelo, la abuela, que quizás no razona bien o ha perdido un poco la capacidad de hablar y tú estás con él o con ella, pierdes tiempo, pero esta pérdida de tiempo fortifica a la familia humana.
El Papa mostró que sigue molesto con el dolor de rodilla. Al entrar en el Aula Pablo VI se notó la cojera.