Francisco sigue impulsando la descentralización de la Iglesia. Con un nuevo motu proprio modifica algunas normas del Código de Derecho Canónico.
Por ejemplo: a partir de ahora, para construir un nuevo seminario, el obispo no necesitará la aprobación de la Santa Sede. Solo su confirmación.
Se trata de un cambio que refuerza la autoridad de los obispos.
La misma línea de actuación se adoptará con los catecismos aprobados por una conferencia episcopal. No necesitará una aprobación de la Santa Sede, solo su confirmación.
Francisco también ha modificado una norma sobre la incardinación de sacerdotes y el derecho de las mujeres que pertenecen a la Orden de las Vírgenes a asociarse.
También extiende de 3 a 5 años el período que un religioso puede abandonar la clausura por causas graves.
JRB