El Papa Francisco ha hablado sobre la perspectiva cristiana de la muerte y ha pedido evitar dos extremos, el ensañamiento terapéutico, o provocar la muerte de quien no tiene cura.
FRANCISCO
'Debemos acompañar hasta la muerte, pero no provocarla ni contribuir a ninguna forma de suicidio asistido. La vida es un derecho, no la muerte, que debe ser acogida, no administrada. Y este principio ético concierne a todos, no sólo a los cristianos o creyentes'.
Ha sido durante su catequesis de la audiencia general, en la que ha reflexionado sobre San José como patrón de la buena muerte y la perspectiva cristiana de la vida eterna.
FRANCISCO
'Sólo a través de la fe en la resurrección podemos enfrentarnos al abismo de la muerte sin sentirnos abrumados por el miedo. No sólo eso, sino que podemos dar a la muerte un papel positivo. De hecho, pensar en la muerte, iluminada por el misterio de Cristo, nos ayuda a mirar toda la vida con ojos nuevos'.
Francisco propone meditar sobre la muerte, también para dar un sentido más profundo al presente de cada persona.
FRANCISCO
'¿Qué sentido tiene discutir con un hermano, una hermana, un amigo, un familiar o un hermano o hermana en la fe, si vamos a morir un día? ¿Qué sentido tiene enfadarse, enfadarse con los demás? Ante la muerte, se redimensionan muchas cosas. Es bueno morir reconciliado, sin dejar rencores ni lamentos'.
Por eso, el Papa se despidió pidiendo además que se asegure a cada enfermo la atención médica y también la atención espiritual.
JMB