Normalmente, al terminar cada audiencia general de los miércoles, el Papa suele hacer esto.
Baja las escaleras y saluda a algunos peregrinos uno por uno. Entre ellos hay recién casados, enfermos, u otros peregrinos.
En esta ocasión, sin embargo, Francisco dijo que no iba a hacerlo. Serían los peregrinos los que se deberían acercar a él. El problema lo explicó el mismo.
FRANCISCO
'Y querría deciros que hoy no podré ir adonde estáis para saludaros, porque tengo un problema en la pierna derecha. Se ha inflamado un ligamento en la rodilla. Pero bajaré y os saludaré. Y vosotros pasaréis a saludar.'
El Papa siempre ha acusado problemas a la hora de caminar y le deben ayudar a arrodillarse o a subir y bajar escaleras. Es una situación difícil, pero que no hace perder el humor a Francisco.
FRANCISCO
'Es algo pasajero. Dicen que esto solo le pasa a los ancianos, por lo que no sé por qué me pasa a mía pero... No lo sé.'
Al terminar la audiencia se vio cómo la rodilla le causaba problemas. De hecho, durante el rezo del Padrenuestro, le costaba estar de pie. Aunque eso no impidió que faltase a su cita de saludar a los peregrinos para manifestar su cercanía.
JRB