Dos laicos, un capuchino y un jesuita, Rutilio Grande, serán beatificados el 22 de enero en El Salvador. Los 4 fueron asesinados a finales de los 70.
Rutilio Grande se involucró en la promoción de los derechos de los campesinos en un período difícil en El Salvador. Por eso en 1977 lo asesinaron junto a otros dos laicos que lo acompañaban, un adolescente y un anciano.
Su muerte removió profundamente a un obispo local del que era un viejo amigo: Óscar Romero, quien a partir de ese momento decidió vivir su dedicación a los pobres de un modo diferente.
MONS. RAFAEL URRUTIA
Vice postulador P. Rutilio y compañeros
'La muerte de Rutilio fue un momento, un instante en el camino de la vida de Romero que lo llevó a situarse ante Dios y preguntar: qué voy a hacer? Y Dios le llevó por los caminos que Él quiso que no eran los que Romero esperaba, el camino de los pobres, y de una manera diferente. Porque Óscar Romero siempre había sido uno hombre de mucha calidad humana para ayudar a los pobres, pero ahora le lleva a convertirse de alguna manera en la voz de los pobres'.
El asesinato de Rutilio Grande fue un mes después de que ordenaran a Óscar Romero como obispo de San Salvador. Era el puesto de mayor repercusión política para un prelado en el país.
MONS. RAFAEL URRUTIA
Vice postulador P. Rutilio y compañeros
'Ellos fueron amigos y muy parecidos. De procedencias campesinas, pobres, con temperamentos similares. Dos hombres introvertidos, silenciosos, reflexivos y en los momentos difíciles supieron ayudarse mutuamente. Por eso, la muerte de Rutilio, para Óscar Romero, no fue cualquier muerte. Fue la muerte de su hermano'.
Junto al padre Rutilio fallecieron dos laicos. Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus. Lo estaban acompañando para ir a celebrar misa.
P. EDWIN HENRÍQUEZ
Vice postulador P. Rutilio y compañeros
'Ya sabían que el padre estaba amenazado de muerte, ya sabían que el padre tenía ese temor. Él mismo pedía a la gente que no lo acompañara porque en cualquier momento su vida podía tener un desenlace fatal. Entonces el martirio llega para los tres'.
Óscar Romero, Rutilio Grande y sus dos compañeros no fueron los únicos declarados mártires de aquellos años difíciles en El Salvador. También el capuchino Fray Cosme Spessotto, que corrió una suerte similar.
JRB