Unas 1.500 personas se reunieron en la basílica de San Pedro para asistir a la misa del Papa con motivo de la fiesta de la Epifanía. Celebraron la visita de los Reyes Magos al niño Jesús.
En su homilía, el Papa utilizó la imagen de los Magos para recordar que la fe debe ser un camino continuo que no se estanque en las costumbres y las formalidades.
FRANCISCO
'¿No llevamos demasiado tiempo estancados en una religión convencional, externa y formal que ya no calienta el corazón ni cambia la vida? ¿Nuestras palabras y rituales desencadenan en el corazón de las personas el deseo de ir hacia Dios, o son un 'lenguaje muerta' que sólo habla de sí mismo y para sí mismo?'
El Papa expresó su tristeza por los sacerdotes que pierden el deseo de buscar a Jesús.
FRANCISCO
'Es triste cuando una comunidad de creyentes no desea más y, cansada, se dedica a gestionar cosas en lugar de dejarse impresionar por Jesús, de la alegría rompedora e incómoda del Evangelio. Es triste que un sacerdote cierre la puerta del deseo, ese triste caer en el funcionalismo clerical, ese muy triste'.
El Papa también denunció el consumismo generalizado que, según él, impide a los cristianos desarrollar plenamente su fe y su deseo de Dios.
FRANCISCO
'Porque son los deseos los que amplían nuestra mirada y empujan la vida más allá: más allá de las barreras de la costumbre, más allá de una vida aplastada por el consumo, más allá de una fe repetitiva y cansada, más allá del miedo a jugársela, a comprometerse con los demás y con el bien'.
Al terminar, como de costumbre, el Papa se detuvo a rezar unos instantes ante la imagen de la Virgen María.
JM
TR: BGA