Desde que tenía seis años, Michael Haddad está paralizado del pecho para abajo.
Los médicos dicen que no debería poder mantenerse de pie, pero con la ayuda de un exoesqueleto experimental caminará, hará senderismo y esquiará 10 kilómetros en el Polo Norte para concienciar sobre el cambio climático.
MICHAEL HADDAD
Lo hacemos para pedir a los líderes mundiales que transmitan la urgencia de la agenda climática. No lo hago como Michael Haddad, lo hago bajo la bandera de la ONU. Debemos invitar a los líderes a comunicar. Debemos actuar ahora.
En junio Michael Haddad contó su historia al Papa. Ahora, unas semanas antes de partir hacia el Polo Norte, se han vuelto a ver. Dice que hablaron sobre cómo la fe inspira a las personas a actuar para defender el planeta.
MICHAEL HADDAD
Fue muy espiritual, pero tiene que ver más con la fe, con tener confianza en la humanidad, en nuestro Creador y en cómo inspirar a la gente para que avance.
El Papa le entregó un ejemplar especial del libro sobre su oración ante la Plaza de San Pedro vacía en medio de la pandemia.
Michael Haddad lo llevará al Banco Mundial de Semillas de Svalbard, en Noruega, donde lo depositará como una semilla de esperanza para superar los mayores desafíos del mundo.
MICHAEL HADDAD
Lo que estoy haciendo no es una aventura, es una iniciativa científica para comunicar un mensaje al mundo, que nada es imposible, que la discapacidad se puede transformar. Transformé la discapacidad de mi cuerpo para convertirla en un estado mental y empecé a moverme de forma diferente.
Este cristiano ortodoxo es embajador de Buena Voluntad de la ONU para la Acción Climática. Su historia es un testimonio del poder de la fe y la perseverancia para superar lo que parece imposible.
JM
TR: XSA
