Antes de que saliera el sol sobre Roma, Francisco visitó la Plaza de España de Roma para venerar la estatua de la Virgen María en la fiesta de la Inmaculada Concepción.
El Papa llegó poco antes de las 6:15 de la mañana. Fue tan pronto para evitar crear aglomeraciones. Allí saludó a la embajadora de España ante la Santa Sede, cuya embajada está ante la imagen de la Virgen.
-'Santidad'.
-'Lo siento por esta hora'.
-'Bueno, esta es su embajada también'.
-'Un bello día'.
Al igual que el año pasado, el Vaticano anunció previamente que el tradicional acto de homenaje se había cancelado debido a las medidas de Covid-19. Aun así Francisco se presentó mientras la ciudad dormía para rezar ante la Virgen en privado.
Según el Vaticano, Francisco rezó por el milagro de la curación de los enfermos; por los que sufren a causa de la guerra y la crisis climática; y por la conversión de los corazones de quienes construyen muros para alejarse del sufrimiento de los demás.
Luego, posó una cesta de rosas blancas a los pies de la imagen de la Virgen antes de dirigirse a la Basílica de Santa María la Mayor.
-'Bienvenidos a la casa de Nuestra Señora'.
-'Gracias'.
Allí saludó a la Salus Populi Romani, la patrona de Roma, y rezó ante ella en silencio, antes de regresar al Vaticano.
Francisco ha visitado la capilla donde reside esta imagen, más que cualquier otro lugar de Roma, y suele visitarla antes y después de realizar cualquier viaje.
JM
TR: XSA