Francisco recorrió la ciudad de contenedores donde malviven los 3.000 refugiados del campo de Kara Tepe. Se detuvo ante los niños y ante algunos que quisieron contarle sus historias.
El anterior campo de refugiados era el de Moria. Allí vivían hacinadas 20.000 personas en un espacio diseñado para 3.000. Fue pasto de las llamas. Un incendio arrasó ese campo en 2020.