Este chaleco salvavidas tiene una trágica historia. Lo usó una niña mientras intentaba cruzar el mar Mediterráneo en el intento de llegar a Europa. Pero lo perdió y pereció ahogada.
En 2016, un grupo de voluntarios de la ONG Proactiva Open Arms se lo regaló al Papa Francisco tras su viaje a la isla de Lesbos.
OSCAR CAMPS
Fundador, Proactiva Open Arms
“Nuestra intención era traerle un trocito de la realidad de Lesbos. Le hemos traído el chaleco de una niña de 6 años que no pudimos rescatar y que, evidentemente, murió ahogada, con su familia. Quedó muy compungido cuando le expliqué la historia. Él agarró el chaleco y se lo llevó”.
En 2019, miembros de la ONG Mediterranea Saving Humans, entregaron al Papa esta cruz hecha con un chaleco salvavidas que pertenecía a un refugiado cuya identidad se desconoce.
FRANCISCO
19 de diciembre de 2019
'He decidido exponer aquí este chaleco salvavidas “crucificado” en esta cruz para recordar que hemos de tener los ojos abiertos, tener el corazón abierto, para recordar a todos el compromiso obligatorio de salvar cada vida humana, un deber moral que une a creyentes y no creyentes'.
El chaleco salvavidas está en una de las entradas del Palacio Apostólico Vaticano. Es un recordatorio del sufrimiento de miles de personas que se ven forzadas a dejarlo todo y a arriesgar su vida para buscar un futuro mejor.
CT
TR: XSA