En 2015 más de 1 millón de refugiados, muchos de ellos de Siria, Irak y Afganistán, desembarcaron en las costas de Europa pidiendo acogida.
El epicentro de la crisis era Lesbos, donde los voluntarios no daban abasto ante tanto naufragio.
ÓSCAR CAMPS
Proactiva Open Arms
“Ya estaban muriendo, había cadáveres, había niños flotando... era dantesco. No sabíamos por dónde empezar y éramos cuatro socorristas con dos motos de agua. Cuando ves todo lo que hemos podido hacer nosotros con nuestras manos y nuestros propios recursos... ¿Qué podía haber hecho la administración si se lo hubiera propuesto?”.
La crisis levantó fuertes tensiones entre los gobiernos de Europa. Decidieron pactar un polémico acuerdo para que Turquía no les dejara pasar. Esto frenó las llegadas.
En medio del debate Francisco tomó la decisión de visitar Lesbos para contemplar el drama con sus propios ojos. El viaje se realizó el 16 de abril de 2016 y bajo esta premisa.
FRANCISCO
“Es un viaje triste. Vamos a ver la catástrofe humanitaria más grande tras la II Guerra Mundial”.
Francisco descendió del avión pasadas las 10 de la mañana y menos de una hora después estaba en el campo de refugiados de Moria junto al Patriarca Ecuménico Bartolomé y el Arzobispo de Atenas y de Toda Grecia Ieronymos. La visita tuvo un fuerte carácter ecuménico.
En el campo de refugiados se vieron escenas desgarradoras como esta.
Esta...
O esta...
-“Padre, bendíceme, por favor, porque soy cristiano. Aleluya, aleluya, aleluya. Jesús gracias, gracias Dios mío”.
Durante su intervención el Papa pidió a la comunidad internacional que no mirara a otra parte.
FRANCISCO
'Esperamos que el mundo mire estas situaciones trágicas y desesperadas de necesidad, y responda de un modo digno de nuestra común humanidad'.
Francisco firmó junto a los otros líderes cristianos una declaración para pedir a los gobiernos que pongan 'todos los medios para asegurar que las personas y comunidades, incluidos los cristianos, permanezcan en su patria y gocen del derecho fundamental de vivir en paz y seguridad”.
Luego almorzaron con unos refugiados y desde el puerto homenajearon a las víctimas que perecieron ahogados.
Y antes de dejar Grecia el Papa cumplió un gesto inesperado, sorprendente al llevarse consigo a varias familias de refugiados a Italia.
Durante el vuelo de regreso mostró lo mucho que le había impactado el viaje.
FRANCISCO
“El miedo tiene toda mi comprensión. Pero después de lo que he visto, y cambio de tema, pero querría decirlo hoy, y que vosotros mismos habéis visto en aquel campo de refugiados... era para echarse a llorar. ¿Qué cosas han visto esos niños? Mirad esto: han visto también a un niño ahogarse. Esto los niños lo llevan en el corazón. De verdad, hoy era para echarse a llorar. Para echarse a llorar. Yo invitaría a los traficantes de armas a pasar un día en ese campo de refugiados. Creo que para ellos sería saludable”.
El 16 de abril Francisco culminó uno de los viajes más breves de su pontificado pero también uno de los más duros.
JRB
VM
