Con poco más de 44 hectáreas, el Estado de la Ciudad del Vaticano es el país más pequeño del mundo. Los diplomáticos que representan a la Santa Sede ofrecen la perspectiva y la contribución de la Iglesia católica en distintos problemas mundiales.
Basándose en fuentes internas y en su propia carrera de reportero, Victor Gaetan expone el papel de la Iglesia en la escena internacional en el libro, “Los diplomáticos de Dios: El Papa Francisco, la diplomacia vaticana y el Armagedón de Estados Unidos”.
La pregunta es, ¿cómo un Estado tan pequeño puede desempeñar un papel tan importante en la escena internacional?
VICTOR GAETAN
Autor de “Los diplomáticos de Dios”.
'Es la autoridad moral, es la autoridad superior, que es reconocida por todos los gobiernos del mundo, la que da ese poder de expresión o poder blando a la diplomacia vaticana'.
Un ejemplo es el papel del Vaticano en las negociaciones de paz que pusieron fin a la guerra civil en Sudán del Sur. El Vaticano invitó a Roma a los líderes en conflicto para afrontar sus diferencias y, en uno de los gestos más memorables del Papa, les besó los pies y les imploró que buscaran la paz.
VICTOR GAETAN
Autor de “Los diplomáticos de Dios”.
'Estos líderes de Sudán del Sur han sido tratados por las potencias occidentales como señores de la guerra, sancionados y marginados. Lo que hizo el Papa Francisco fue mostrarles misericordia y besarles los pies, y esa fue la señal para que los líderes de Sudán del Sur volvieran a su país y, juntos, en menos de un año, formaran un gobierno que ha durado hasta la fecha'.
La filosofía diplomática del Vaticano es distinta a la del resto de países. Sus diplomáticos trabajan junto con los actores estatales. Y esta representación se encarna en el Papa.
VICTOR GAETAN
Autor de “Los diplomáticos de Dios”.
'El Papa Francisco utiliza una terminología específica. Dice que cuando se negocia un conflicto no debe haber ganadores ni perdedores. Esto es esencial y se expresa claramente en los textos del Vaticano que se escribieron ya en el siglo XVII'.
Ahora, en pleno siglo XXI, la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas con 183 países, y “Los diplomáticos de Dios” siguen representando a los intereses de católicos y no católicos en todo el mundo.
JM/BSB
