El Papa comenzó las celebraciones por la Jornada Mundial de los Pobres en Asís, la casa del santo de los pobres.
Antes de entrar en esta basílica que los franciscanos llaman “la Porciúncula”, unos participantes le entregaron un manto y un bastón de peregrino.
No eligió este lugar por casualidad. En la Porciúncula, Francisco de Asís encontró su vocación y renunció al mundo para vivir en la pobreza entre los pobres y comenzó el movimiento franciscano.
Allí el Papa quiso escuchar las conmovedoras historias de los participantes.
Algunos contaron cómo ayudan. Como esta pareja que se ha trasladado a la periferia de París para estar con personas sin recursos.
Otros contaron cómo fueron ayudados. Como este español que trabajaba en una feria, y se quedó sin nada durante la pandemia.
-'En ese momento, como a tantas otras personas en el mundo me sorprendió la pandemia y me quedé solo y sin empleo, en la calle. Durante varias semanas estuve durmiendo en la calle. Un sacerdote al que pedía ayuda me recibió con una sonrisa... Me miró y me dijo... te voy a ayudar'.
-'Personas de Cáritas han empezado a ayudarme cuando se enteraron de mi situación, con bolsas de comida y algunas ayudas económicas que me han permitido seguir adelante con dignidad'.
Otras personas sin hogar contaron cómo la ayuda de otros les ayudó a encontrar la fe.
Este sin techo francés era ateo, pero decidió bautizarse.
Y este polaco, redescubrió su relación con Dios.
-'Antes yo me odiaba a mí mismo. Ahora me acepto. Y gracias a Dios quiero cambiar mi vida. Hoy me siento un hombre libre'.
Una joven de Afganistán le contó que está muy preocupada por la familia y amigas que no han podido salir.
Y este afgano que enseñaba Sociología en su patria, pidió ayuda para rescatar a sus hijos.
-'Mis cuatro hijos son dos chicos y dos chicas. Tienen entre 20 y 24 años. Están abandonados en Afganistán'.
El Papa estaba conmovido. Y les escuchó muy atentamente.
FRANCISCO
'La Jornada de los Pobres... Gracias a los pobres que abren el corazón para darnos su riqueza y curar nuestro corazón herido. Gracias por esta valentía'.
En su saludo, el Papa dio las gracias a quienes ayudan a personas en dificultad. Pero pidió que participen más personas.
FRANCISCO
'Es hora de abrir los ojos para ver la situación de desigualdad en la que viven tantas familias. Es hora de remangarse para devolver dignidad creando puestos de trabajo. Es hora de volver a escandalizarse por que hay niños que pasan hambres, esclavizados, en medio del mar a punto de naufragar, víctimas inocentes de todo tipo de violencia'.
El Papa ha hecho una lista de situaciones de pobreza que afectan a todo tipo de personas.
FRANCISCO
'Es hora de que pare la violencia contra las mujeres, que sean respetadas y no tratadas como mercancía. Es hora de romper el círculo de la indiferencia para volver a descubrir la belleza del encuentro y del diálogo. Es hora de encontrarse. Si no aprendemos a encontrarnos, acabaremos muy mal'.
No ha sido un encuentro institucional. Además de escuchar sus historias, el Papa ha rezado con ellos y les ha bendecido.
Su propuesta es que los católicos organicen encuentros como este en todas las ciudades del mundo.
JMB
FL
