Así comenzó el encuentro entre el Papa y el presidente armenio, Armen Sarkissian.
-Bienvenido.
-¡Muchas gracias!
El presidente explicó en Twitter que agradeció al Papa la solidaridad del Vaticano durante el conflicto del Nagorno Karabak, y pidió apoyo para que Azerbaiyán libere a los prisioneros de guerra.
Durante el conflicto, el Papa dijo a Armenia y Azerbaiyán que “no resolverán la controversia con la violencia”.
Y en su bendición de Pascua pidió el regreso de los prisioneros sanos y salvos.
Es una cuestión delicada. Según Armenia, Azerbaiyán tiene arrestados unos 60. Aunque Azerbaiyán dice que ha liberado a todos los ciudadanos armenios y que está interrogando a posibles terroristas.
Como recuerdo de la visita, Armen Sarkissian entregó a Francisco un retrato de San Gregorio de Narek y una espectacular alfombra.
-Es una alfombra muy especial, es una copia de una antigua, de hace 180 años.
El Papa, le regaló este bajorelieve. Y le explicó el significado. (01:44)
-Dice: “El desierto se convertirá en un jardín”. Y este es mi deseo para usted y para Armenia.
El encuentro duró unos 40 minutos. Fue muy cordial y terminó con este saludo.
-Yo también rezaré por usted. Y no sólo yo, también mi mujer y mis tres nietos pequeños.
Curiosamente, Armen Sarkissian fue el primer embajador de Armenia ante la Santa Sede, en la década de los 90. Algo que recordó durante esta visita.
JMB
VM