En medio del equipo de Pío XII para esconder y salvar judíos hay una figura poco conocida pero muy clave.
Su nombre es Pancracio Pfeiffer y vivió a pocos metros del Vaticano, en este edificio de la ahora conocida como Via della Conciliazione. Es la Curia General de los Salvatorianos, y una de sus pequeñas calles paralelas lleva su nombre.
AGUSTÍN VAN BAELEN
Secretario y Consejero General, Salvatorianos
“Conocía muy bien dónde se encontraban las tropas de los militares alemanes, sabía cómo se movían, y precisamente eso le daba la oportunidad de salvar a tantos y tantos judíos que se encontraban aquí y que incluso fueron escondidos en esta casa”.
Lo que lo llevó a ser conocido como “El ángel de Roma”. Su actitud conciliadora, evitó que algunas ciudades de Italia fueran bombardeadas.
Además, fue el segundo superior de los Salvatorianos y gobernó durante 30 años.
AGUSTÍN VAN BAELEN
Secretario y Consejero General, Salvatorianos
“Supo organizar la Sociedad del Divino Salvador con sus estructuras como las conocemos en la actualidad. Mucho más que el mismo fundador que era un hombre más carismático que sabía lo que quería, pero en algunos momentos, quizá no sabía cómo organizar (la sociedad) para que pudiese sobrevivir en el futuro”.
No se conoce con exactitud la cantidad de judíos que protegió en la Curia General ni los que pudo ayudar a esconder en territorios vaticanos. Entre las figuras más importantes que salvó se encuentra el político italiano Giuliano Vassalli.
AGUSTÍN VAN BAELEN
Secretario y Consejero General, Salvatorianos
“Como sacerdotes, como religiosos, como Salvatorianos estamos llamados a salvar en nombre del Señor a todos. Y si es un judío, si es un musulmán, si es un cristiano, un evangélico, un católico a los ojos de Dios eso no importa. Todos somos hermanos”.
El trabajo del padre Pancracio Pfeiffer fue silencioso y sin buscar protagonismo. Cuando alguno le agradecía por salvarle la vida respondía que a la persona a que le tenían que agradecer era al Santo Padre, Pío XII.
Daniel Díaz Vizzi
MG