Este es el momento en el que una comisión independiente entregó al presidente de los obispos de Francia el informe que le había encargado sobre los abusos en este país.
El texto incluye datos terribles. Revela que desde 1950, de los 115 mil sacerdotes y religiosos que había en Francia, entre 2.900 y 3.200 abusaron de unos 216.000 menores.
La cifra de estos 70 años ascendería a 330.000 víctimas si se incluye a laicos que trabajaron en instituciones de la Iglesia.
MONS. ROLAND MINNERATH
Arzobispo de Dijon (Francia)
“La impresión que tenemos todos los católicos es de shock, porque es un número muy elevado de casos”.
MONS. JEAN-LUC BOUILLERET
Arzobispo de Besanzón (Francia)
'Tenemos que hacer lo que podamos para el futuro y sacar a la luz este pasado de la Iglesia”.
El informe denuncia también que hasta el año 2000, la Iglesia mostró una “cruel indiferencia” hacia las víctimas.
Por eso, nada más conocerlo, el presidente de los obispos Éric de Moulins-Beaufort pidió perdón a las víctimas, dijo que sentía vergüenza y que iba a tomar medidas.
Es lo que opinan todos los obispos, que además piden un poco de tiempo para asimilar la tragedia.
MONS. ROLAND MINNERATH
Arzobispo de Dijon (Francia)
“Tenemos que decir primero que pensamos en las víctimas. No tenemos ninguna explicación para decir que son cosas que pueden pasar. Pero pasados los primeros días uno es capaz de poner las cosas en perspectiva”.
Los obispos adelantaron al Papa algunos elementos del informe durante su reciente visita ad limina, pues incluye 45 propuestas a la Iglesia, para reconocer el dolor de las víctimas y facilitar las denuncias.
Aunque los abusos jurídicamente están prescritos, los obispos estudian cómo hacer justicia con lo ocurrido.
BSB/JMB
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