El Papa celebró una misa con los presidentes de las conferencias episcopales europeas.
Están en Roma con motivo de los 50 años de la creación del consejo que las reúne.
Ante la secularización que se experimenta en Europa, el Papa sugirió dedicar menos energías a la crítica estéril y seguir el Evangelio.
FRANCISCO
'La falta de caridad causa infelicidad, porque solo el amor sacia el corazón. Puede que este sea también nuestro problema: Dedicar energías a estudiar las distintas posiciones de la Iglesia, debates, agendas y estrategias, y perder de vista el verdadero programa, el del Evangelio: el impulso de la caridad, el ardor de la gratuidad'.
Francisco dijo que en Europa no faltan ejemplos de este estilo cristiano de vida. Y recordó a santos europeos como San Francisco o San Domingo de Guzmán, Santa Catalina de Siena, Cirilo y Metodio o el padre Pío.
FRANCISCO
'No perdieron tiempo criticando o culpabilizando. Vivieron el Evangelio, sin reparar en su posición o en la política. Ningún programa social. Solo el Evangelio'.
El Papa insistió en la necesidad de que la Unión Europea vuelva al espíritu de sus orígenes. Un espíritu solidario y abierto como el que reinó tras el trauma de la II Guerra Mundial.
Al final de la ceremonia el cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster, dirigió unas palabras de agradecimiento al Papa. Debería de haberlo hecho el cardenal Angelo Bagnasco por ser el presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa, pero está en aislamiento porque resultó positivo al coronavirus a pesar de estar vacunado.
JRB
VM