A partir del 1 de octubre, quienes visiten el Vaticano tendrán que presentar un pasaporte sanitario. Se puede usar el certificado europeo o otros equivalentes para confirmar que está vacunado, curado del Covid, o que tiene un test con resultado negativo de las últimas 48 horas.
La nueva norma se aplica a los turistas, además de a los residentes y empleados del Vaticano.
Es curioso porque quienes acudan al Vaticano para una celebración litúrgica o una audiencia general del Papa, no están obligados a presentarlo.
Se mantienen en pie todas las otras normas de prevención, como el distanciamiento social o el uso de mascarillas, como ha sucedido en cada misa celebrada en la basílica de San Pedro en los últimos meses.
JM/JMB