La hermana Aguchita fue asesinada a balazos por Sendero Luminoso en 1990.
Pertenecía a la Congregación del Buen Pastor, donde su recuerdo quedó impreso a fuego en el corazón de muchas religiosas.
HNA. MARLENE ACOSTA
Provincial, Congregación Buen Pastor (Perú)
“Ella construyó el Reino de Dios desde las cosas más sencillas. Desde la cocina, la atención a las hermanas, desde su oración, desde ese calor humano que ella te regalaba”.
La hermana Marlene ahora es la provincial en Perú pero cuando conoció a Aguchita, había empezado el noviciado. Coincidieron poco tiempo pero nunca olvidó un pequeño gesto muy revelador.Era día de excursión, pero ella se quedó para esperarla, pues sor Marlene tenía que hacer gestiones burocráticas.
HNA. MARLENE ACOSTA
Provincial, Congregación Buen Pastor (Perú)
“Aguchita estaba allí tejiendo, sentadita, esperándome. Dijo: yo no fui al paseo porque sabía que tú ibas a regresar y mira, esta es la comidita caliente y me esperó con ella, se sentó conmigo y seguía tejiendo y preguntándome y haciéndome conversación hasta que yo terminé de almorzar. Entonces a mí eso marcó mi vida. Son cosas tan sencillas pero que llenan el alma”.
Ante la llegada de Sendero Luminoso y el aumento de la violencia, la congregación de Aguchita reflexionó sobre si era prudente dejar las comunidades en las zonas más peligrosas.
Decidieron quedarse y asumir el riesgo. Al final ocurrió lo peor. El 27 de septiembre de 1990 los terroristas llegaron al pueblo donde estaba Aguchita. Decidieron asesinar a unas pocas personas y ella estuvo entre las elegidas.
P. ALFONSO TAPIA
Causa de beatificación Aguchita
“Y ahí los matan a todos. Ella intercede por ellos y cuando a ella la van a matar tiene las manos juntas, quiere ponerse de rodillas, le tiemblan las manos, las piernas.... el caso es que se cayó y le metieron 5 balazos. Cuando hicimos la autopsia para exhumar el cuerpo, yo la verdad me quedé impresionado. Casi treinta años después el forense sacó los 5 balazos que le habían dado”.
La noticia de su muerte fue un mazazo para el resto de religiosas. Eran conscientes del riesgo que corrían, pero les sorprendió que mataran a la hermana más conciliadora de todas.
HNA. MARLENE ACOSTA
Provincial, Congregación Buen Pastor (Perú)
“Y realmente fue... ¿Pero qué es eso? Sentimientos encontrados. Pero si es la mujer más tranquila, la hermana que ni alza la voz para decir cualquier cosa. Ella no. ¿Qué pasó?”.
La hermana Marlene dice que la muerte de Aguchita les obligó a preguntarse realmente si estaban dispuestas a seguir sus pasos. Dice que fue un período de grandes dudas pero donde el ejemplo de Aguchita fue claro como la luz de un faro que ilumina el camino en momentos de oscuridad.
Javier Romero