Un enorme grupo de adolescentes de Roma estuvo con el Papa Francisco en el Vaticano.
Acompañaron a la “Pequeña Amal”, la marioneta gigante de una niña refugiada siria que está viajando desde Turquía hasta el Reino Unido, para concienciar sobre la difícil situación de los refugiados en todo el mundo.
Los niños participan en el proyecto “APRI” de Cáritas Italia organizado para el Día Mundial del Migrante y del Refugiado, del 26 de septiembre.
La idea es ayudarles a promover la integración digna de migrantes y refugiados en sus nuevas comunidades. “APRI” es un juego de palabras. En italiano significa “abre” y en ese idioma es un acrónimo de “acoger, proteger, promover e integrar”, los cuatro pasos que propone el Papa para responder a la migración.
Los jóvenes son de muchas partes de Roma. La idea del proyecto es precisamente convertir a las comunidades locales en actores clave del proceso de inclusión social.
CT