El Papa ha aprobado el decreto que reconoce las virtudes heroicas de dos mujeres. Se trata del primer reconocimiento oficial en el proceso de beatificación.
La primera es Maria Cristina Cella Mocellin, una madre de familia italiana que falleció en 1995 a los 26 años.
Cuando estaba embarazada le diagnosticaron un cáncer, pero renunció a la quimioterapia para no dañar al bebé.
Es un caso similar al de Chiara Corbella, que falleció a los 28 años en circunstancias muy similares y está en proceso de beatificación.
La otra nueva venerable es Enrica Beltrame Quattrocchi, hija de una pareja de esposos beatificada en 2001 por Juan Pablo II.
Falleció en 2012, a los 98 años, después de una vida sencilla, entre problemas económicos. Vivió entregada a los demás en el voluntariado. Fue profesora y en sus últimos años ayudaba a parejas en crisis.
En la lista de nuevos venerables, el Papa ha incluido al croata Placido Cortese, que falleció mientras la Gestapo lo torturaba por ayudar a perseguidos por los nazis.
Javier Romero
RR