Se llaman Alberto y Barbara y recorrieron en bicicleta unos 400 kilómetros por la Via Francígena hasta llegar a Roma.
ALBERTO Y BARBARA CASTELLANO
“Después del calor, el polvo y los mosquitos... fue muy intenso pero la satisfacción de llegar a Roma, a San Pedro, a la audiencia con el Papa fue realmente inmensa. Hizo que todo valiera la pena”.
La Via Francígena es la ruta que los peregrinos europeos seguían para llegar a Roma. Esta se fue consolidando a lo largo del siglo VII. Llega hasta Gran Bretaña.
ALBERTO Y BARBARA CASTELLANO
“Teníamos muchas cosas por las que rezar; oraciones que nos pedían personas enfermas o, en su caso, amigas enfermeras que estuvieron en primera línea luchando contra el coronavirus. En nombre de todos ellos pensamos en hacer esta peregrinación”.
Una vez en el Aula Pablo VI, Alberto y Barbara intentaron llamar la atención del Papa con estas camisetas.
ALBERTO Y BARBARA CASTELLANO
“Es uno de los mensajes del Papa, donde dice que debemos ser peregrinos de nuestros sueños, de llevarlos adelante. Nos pareció el mensaje más hermoso y que se adaptaba muy bien al peregrinaje que hicimos”.
La Vía Francígena es un camino por volver a descubrir. Es un peregrinaje que lleva a personas como Alberto y Barbara a vivir el encuentro con el Papa de un modo particular e intenso.