Antoine Tiabondou pasó sus primeros seis años como sacerdote en la diócesis de Fada N'Gourma en Burkina Faso. En ese momento era un lugar de coexistencia pacífica y modélico diálogo interreligioso.
Cuenta que en 2015, de repente, aumentaron los ataques terroristas. Muchos fueron contra cristianos. Y esto cambió por completo al país. En 2018 una iglesia de su diócesis fue destruida. En febrero de 2019, un sacerdote español fue asesinado.
P. ANTOINE TIABONDOU
Fada N'Gourma (Burkina Faso)
“Vemos este dolor como una prueba porque ser cristiano no es tener una vida cómoda. No se trata de sentarse en el sofá y beberse una copa de vino. Hay momentos de prueba real, en los que estamos llamados a dar testimonio de nuestra fe”.
Dar testimonio de su fe es justamente lo que hacen los católicos de Fada N'Gourma. La Iglesia distribuye alimentos y artículos de primera necesidad a los desplazados internos por la violencia. Entre ellos hay tanto cristianos como musulmanes.
P. ANTOINE TIABONDOU
Fada N'Gourma (Burkina Faso)
'No solo los cristianos son perseguidos y masacrados. También los musulmanes. Muchos musulmanes han muerto mientras rezaban. No solo los cristianos sufren. Toda la población la que sufre'.
Antoine Tiabondou recuerda a un sacerdote de su diócesis que fue secuestrado en marzo de 2019 y sigue desaparecido. También, tiene en su imagen las escenas del atentado durante una Misa dominical ese mismo año. Pero todo esto está uniendo a las personas.
P. ANTOINE TIABONDOU
Fada N'Gourma (Burkina Faso)
“Cuando este sacerdote fue asesinado con otros cinco católicos, la federación musulmana, la comunidad protestante, todas estas comunidades, mostraron su cercanía y comunión con nosotros, con los católicos”.
En toda esta violencia y sufrimiento, el sacerdote ha visto también la fuerza de un pueblo unido por la esperanza de un futuro pacífico en Burkina Faso.
CT
TR: CBM