En Ucrania se teme lo peor. La guerra iniciada en 2014 ya produjo 2 millones de desplazados internos y una crisis económica devastadora. Los últimos meses han sido menos violentos pero Rusia ha aumentado su presencia militar en la frontera.
SVIATOSLAV SHEVCHUK
Arzobispo Mayor de la Iglesia Greco-Católica de Ucrania
“Se lha disminuido la intensidad del fuego, pero sigue corriendo la sangre. Cada día recibimos noticias de soldados que mueren. FLASH. Debo decir que en Ucrania se teme una nueva invasión directa por parte del ejército ruso”.
El líder de la principal Iglesia católica del país, la greco-católica de Ucrania, dice que la población tiene miedo. Miedo a que la guerra les lleve a perderlo todo.
SVIATOSLAV SHEVCHUK
Arzobispo Mayor de la Iglesia Greco-Católica de Ucrania
“Nos preguntamos qué podemos hacer ante esta situación. Y me impresionó la frase de un protestante. Era un hermano de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Decía: aunque perdamos todo, estamos dispuestos a darlo todo menos nuestra fe en Dios”.
Y es que para Sviatoslav Shevchuk está todavía muy vivo el ejemplo de los cristianos durante el período soviético.
SVIATOSLAV SHEVCHUK
Arzobispo Mayor de la Iglesia Greco-Católica de Ucrania
“Tuve la suerte de conocer a sacerdotes de la Iglesia clandestina que por su fe estaban dispuestos a morir. Los metieron en la cárcel dos o tres veces. Los torturaron. Pero cuando salían, seguían desempeñando sus tareas pastorales”.
El fin de las tensiones con Rusia no parece que vaya a terminar pronto y se avecinan tiempos difíciles. Por eso, Sviatoslav Shevchuk espera que la comunidad cristiana no pierda de vista el ejemplo de sus mayores durante la ocupación soviética.
Javier Romero