Con este conmovedor gesto de respeto, el nuevo embajador de Nigeria ante la Santa Sede, Paul Oga Adikwu, se presentó al Papa.
Su familia le acompañó en la visita.
El embajador le regaló al Papa una serie de cálices de gran belleza.
“Estoy muy agradecido, es usted muy amable, muchas gracias”.
Por su parte, el Papa le regaló unos ejemplares de los escritos más relevantes de su pontificado.
“Se lo daré a mis seres queridos de Nigeria”.
El Papa también resaltó la importancia del apoyo de la familia al embajador, y les dio su bendición.
“El impulso de la familia, para llevar adelante el trabajo del embajador”.
Casi la mitad de los 200 millones de habitantes de Nigeria son cristianos. Sin embargo, la violencia yihadista ha matado a más de 100 cristianos en los que llevamos de año. Ayuda a la Iglesia Necesitada dice que la persecución religiosa sigue aumentando en el país.
JM/AFM
