Incidentes como éste son cada vez más frecuentes en Pakistán. Se pueden ver a turbas como las que atacan a esta enfermera cristiana acusada injustamente bajo las infames leyes contra la blasfemia en este país.
Y aquí, este hombre, Muhammad Waqas, admite públicamente su intención de matar a Marriam Lal, una enfermera cristiana, atacándola con un cuchillo. Se trata de un crimen por el que nunca ha sido detenido.
AKMAL BHATTI
Alianza de las Minorías de Pakistán
“Los cristianos u otras minorías religiosas, tienen miedo de no poder hablar libremente de su fe. No pueden expresar su fe”.
Akmal Bhatti es un abogado cristiano que trabaja en casos como los de estas dos enfermeras. Es sobrino de Shahbaz Bhatti, un ministro asesinado por extremistas en 2011, por defender a cristianos paquistaníes. También él ha experimentado las tácticas engañosas utilizadas para inculpar a no musulmanes como blasfemos, incluso durante un proceso judicial.
AKMAL BHATTI
Alianza de las Minorías de Pakistán
“Me incorporé a un procedimiento en el tribunal. Y pedí que escribiera mi nombre en el expediente y pusieron: Muhammad Akmal Bhatti. Pero yo soy cristiano, no soy musulmán. Lo primero pensé era que debía conseguir un bolígrafo y quitar el nombre de Muhammad. Pero enseguida se me ocurrió que si lo hacía, me declararían blasfemo. Así que adopté otra política y dije 'no soy musulmán, soy cristiano, así que tengan la amabilidad de mencionar mi nombre como cristiano'”.
Aunque incidentes como éste son cada vez más frecuentes, hay excepciones. Por ejemplo, en Khushpur, su pueblo del natal, donde los católicos son mayoría y los musulmanes, minoría.
AKMAL BHATTI
Alianza de las Minorías de Pakistán
“Trabajamos juntos. Los ayudamos con donaciones para construir su mezquita. Respetamos su religión y no hay incidentes”.
En un esfuerzo por promover la convivencia, los defensores de los Derechos Humanos, como Akmal Bhatti, presionan para que se deroguen esas leyes o, al menos, se establezcan mecanismos eficaces para proteger los Derechos de los acusados.
Propone la creación de un organismo de investigación y de un tribunal independiente y rápido que se ocupe específicamente de los casos de blasfemia, que, según él, pueden tardar más de 10 años. También insta al gobierno a garantizar que las personas encarceladas por blasfemia reciban un trato humano.
CT
Traducción: Daniel Díaz Vizzi
