En torno a la II Guerra Mundial, el mundo vivió años decisivos. En aquel entonces, dominaban diferentes visiones de Occidente.
Una tenía, por ejemplo, como centro Europa; otra mantenía más una visión económica marcada por el capitalismo; otro se fijó en las alianzas militares.
Aprovechando la apertura de los Archivos Vaticanos sobre Pío XII, expertos de cuatro universidades investigarán qué “Occidentes” se impulsaban desde el Vaticano y la Iglesia católica.
ROBERTO REGOLI
Historiador, Pontificia Universidad Gregoriana
“Queremos ver cuáles eran las categorías que estaban en juego en Occidente, si estaban bien definidas y los protagonistas las tenían claras. Queremos ver qué proyectos se emprendieron, porque hay muchos protagonistas en el ámbito católico, no sólo el Papa y los obispos. También partidos políticos, en los que había muchos católicos y cristianos; o las universidades, y las órdenes religiosas. Estamos en un momento de gran vivacidad”.
El profesor Roberto Regoli ha conseguido reunir en un mismo grupo de trabajo a historiadores, filósofos y teólogos de cuatro de las universidades más prestigiosas de Europa: el Sacro Cuore, la Gregoriana, Navarra y la Católica Portuguesa.
Esto garantiza puntos de vista muy variados, acceso a fuentes especializadas y estudio de cuestiones en muchos ámbitos.
ROBERTO REGOLI
Historiador, Pontificia Universidad Gregoriana
“ Tocará áreas muy diferentes, desde la diplomacia, las relaciones entre el Estado y la Iglesia, hasta la esfera económica. Pero también con una reflexión cultural más amplia.”
Pío XII mostró su apoyo por el proceso de una Europa unida que no salió adelante; también apoyó los regímenes democráticos, pero tuvo que relacionarse con la España de Franco y el Portugal de Salazar. Además, se opuso a los regímenes comunistas.
ROBERTO REGOLI
Historiador, Pontificia Universidad Gregoriana
“Las democracias cristianas estaban apoyadas por Roma; pero también había otros modelos de Estado, desde la España de Franco, hasta el Portugal de Salazar, o las diferentes tensiones en América Latina”.
El proyecto de estudio durará cuatro años. Ya cuenta con expertos de todos los continentes, pero desde que se dio a conocer, ha recibido numerosas propuestas de participación.
Un ambicioso proyecto que ayudará a comprender el pasado para vivir el presente y construir el futuro.
Javier Martínez-Brocal