El Papa ha dedicado quince minutos a saludar a peregrinos antes de su audiencia general.
Ha bendecido solideos...
Se ha puesto un manto indio...
Y ha recibido regalos hasta de los niños.
Luego, en la catequesis, ha reconocido que también el lo pasa mal cuando reza por algún problema y parece que no cambia nada.
FRANCISCO
'A todos nos ha pasado esto. Rezamos, rezamos, por la curación de un amigo, de un papá, de una mamá, pero fallecieron. ¿Pero es que Dios no nos escuchó? Nos ha pasado a todos'.
El Papa ha explicado que no hay que confundir la oración con una varita mágica. Ha propuesto empezar a rezar siempre pidiendo a Dios que resuelva los problemas como él quiera.
Y por supuesto, ha pedido no perder la esperanza. Recordó que Jesús resucitó al tercer día, pero que antes los discípulos creían que todo estaba perdido.
FRANCISCO
'Aprendemos la humilde paciencia de esperar la gracia del Señor, de esperar hasta el último día. Muchas veces el penúltimo día es muy feo, porque el sufrimiento humano es feo. Pero el Señor no nos deja. Y el último día Él resuelve todo'.
Al terminar la audiencia, el Papa se ha detenido con muchas personas.
Entre ellos, con esta superviviente de los campos de concentración.
Se llama Lidia Maksymowicz, y a los tres años llegó en uno de los trenes de la muerte a Auschwitz.
Ha mostrado su número de prisionera tatuado en el brazo, y el Papa lo ha besado con respeto.
JMB
VM
