A partir de ahora los cardenales no serán juzgados por un tribunal especial. Pasarán por el mismo proceso que cualquier otra persona acusada de delitos en el Estado Ciudad del Vaticano.
Naturalmente, igual que para juzgar a jefes de gobierno o ministros hace falta la autorización del Parlamento, en este caso será necesario sólo el consentimiento del Papa para procesarlos.
Hace unas semanas ya Francisco, durante la inauguración del año judicial, había pedido que se eliminaran privilegios en los tribunales.
FRANCISCO
27 de marzo, 2021
“Habrá que tener en cuenta la exigencia prioritaria que, también mediante oportunas modificaciones normativas en el sistema procesal vigente, emerja la igualdad entre todos los miembros de la Iglesia y su equivalente dignidad y posición, sin privilegios de épocas pasadas que ya no sean conformes a la responsabilidad que compete a cada uno”.
Hasta ahora los cardenales tenían que ser juzgados por un tribunal especial compuesto por tres cardenales y dos o más jueces.
El cambio facilita que se inicien procesos para juzgarles por delitos penales.
El Papa está revisando el sistema jurídico del Estado Ciudad del Vaticano. Con este cambio subraya que todos son iguales ante la ley.
El cambio podría afectar a un eventual proceso contra el ex cardenal Angelo Becciu, que en septiembre renunció a todos los cargos por un caso de posible malversación.