El indonesio Ignatius Suharyo nunca imaginó que llegaría a ser cardenal. Pero el Papa tenía justo ese proyecto para él
CARD. IGNATIUS SUHARYO HARDJOATMODJO
Arzobispo de Yakarta (Indonesia)
“Cuando decidí hacerme sacerdote, elegí la archidiócesis de Semarang, en Java central. Ahora estoy en Yakarta. Mi objetivo era muy sencillo: Quería trabajar en una parroquia, servir directamente a la gente”.
Sin embargo, sólo trabajó en la parroquia un año. Luego se convirtió en arzobispo de Semarang. Se ocupó de la Comisión católica para el Diálogo Interreligioso, un cargo especialmente importante en Indonesia, el país con más musulmanes del mundo.
CARD. IGNATIUS SUHARYO HARDJOATMODJO
Arzobispo de Yakarta (Indonesia)
“La mezquita nacional, llamada Istiqlal, que significa libertad, se encuentra justo enfrente de la catedral de Yakarta. La mezquita se construyó intencionadamente en este lugar como símbolo de armonía”.
Un día, exactamente el 1 de septiembre de 2019, recibió una inesperada llamada telefónica del nuncio, que le dijo que iba a ser cardenal.
CARD. IGNATIUS SUHARYO HARDJOATMODJO
Arzobispo de Yakarta (Indonesia)
“Estoy seguro de que el Papa me nombró cardenal como gesto de aprecio a la Iglesia católica de Indonesia. No sólo a la Iglesia, a toda nuestra nación”.
El Vaticano mantiene relaciones diplomáticas con Indonesia desde 1946. Y dos papas han visitado el país: Pablo VI y Juan Pablo II. Por eso, el cardenal sueña con que un día también vaya el Papa Francisco.
CT
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