En el Domingo de Resurrección el Papa dijo que le preocupaban las crisis Siria y Yemen. Este último país padece una catástrofe humanitaria de la que se habla poco.
FRANCISCO
“Pueda Cristo hacer que termine el fragor de las armas en la amada y maltrecha Siria, donde millones de personas viven en condiciones inhumanas, como también en Yemen, cuya situación está rodeada por un silencio ensordecedor y escandaloso”.
La preocupación del Papa se corresponde con lo que señalan expertos de la ONU como David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos.
DAVID BEASLEY
Director Ejecutivo, Programa Mundial de Alimentos
“La situación en Yemen es catastrófica. Es la peor crisis humanitaria de la Tierra, con 16 millones de personas cuya situación es alarmante y 5 millones a los que el hambre está llamando a sus puertas”.
La ONU ha señalado además que la situación es especialmente delicada en las embarazadas porque corren el riesgo de la malnutrición.
Natalia Kanem es la Directora Ejecutiva del programa de la ONU para el Desarrollo y pide apoyo inmediato de la comunidad internacional.
NATALIA KANEM
Directora Ejecutiva UNFPA
“Las consecuencias de la inacción en Yemen nunca han sido tan dramáticas. La hambruna que se avecina pondrá peores las cosas, por lo que el mundo debe actuar. Debemos actuar ahora”.
Además, el coronavirus es un obstáculo a mayores. Las personas fallecen sin poder acceder a los cuidados necesarios y dificulta la llegada de ayuda del extranjero.
Ahora las organizaciones humanitarias en Yemen tienen como prioridad la lucha contra el hambre. Es una de las muertes más crueles y, por desgracia, es bien conocida por los habitantes de Yemen.
CT
JRB
