Como es tradicional, la Celebración de la Pasión en el Vaticano inició con un gesto de enorme fuerza: el Papa rezando postrado en el suelo de la basílica de San Pedro.
Esta ceremonia litúrgica se centra en la contemplación de la Pasión y Muerte de Jesús.
Al igual que el año pasado, pocas personas pudieron asistir, a causa de las restricciones impuestas por la pandemia.