Este es Sidra, un manuscrito de al menos 500 años escrito en arameo.
Pertenece a la Iglesia siríaca-cristiana de Qaraqosh y contiene oraciones para recitar entre la fiesta de la Pascua y la de la Santa Cruz. Es una joya para esta histórica comunidad cristiana, la más numerosa de Irak.
Un libro con historia pues objetos como este fueron blanco del ISIS.
Unos sacerdotes consiguieron esconderlo y en 2017 dos periodistas italianos lo localizaron.
Terminó en manos de FOCSIV, una federación de organizaciones cristianas dedicadas al voluntariado, que lo ha restaurado.
Lo llaman “el libro prófugo”, porque es testigo silencioso de la persecución que las minorías de Irak sufrieron entre 2014 y 2017.
Antes de llevarlo de vuelta a su tierra, quienes realizaron la restauración quisieron mostrar la obra a Francisco.
“Tenía muchos problemas. Todas las miniaturas estaban cubiertas con tiras de papel para no mostrarlas, en resumidas cuentas. Su historia es fascinante y un poco se la hemos dejado por escrito”.
“Habéis hecho milagros ¿eh?”.
Lucilla Nuccitelli, de lo organización ICPAL que lo restauró, explicó al Papa que han hecho falta 10 meses para completar el trabajo.
La presidenta de la ong que rescató el libro también entregó un regalo al Papa con vistas a su próximo viaje a Irak.
Yo simbólicamente le dejo esto. Es un delantal para las mujeres en nuestra casa de Qaraqosh. Es una casa de acogida para mujeres donde pueden recibir formación y ayuda. Para mujeres refugiadas.
Francisco les dio una bendición y les pidió un favor, que ya es un clásico en sus despedidas.
Y rezad por mí.
Por supuesto.
Y a favor, no en contra.
Faltaría más. No lo dude.
En Irak, el Papa visitará la Llanura del Nínive. Llegará el domingo 7 a Erbil, donde celebrará una Misa. También estará en Mosul y Qaraqosh.
Esta ciudad es conocida como el Vaticano de Irak, pues es la zona con más cristianos. Y también la que más ha sufrido los estragos del Isis.
Javier Romero
VM/Laura Aprati e Marco Bova