El Papa ha modificado algunos puntos del sistema penal del Estado Ciudad del Vaticano para favorecer la reinserción social de sus condenados, si bien es cierto su cárcel no está precisamente llena.
El primer cambio va en la dirección que Francisco repitió en otras ocasiones: hacer de la cárceles un lugar de ayuda a los presos, no el contrario.
FRANCISCO
7 de febrero, 2019
“Es un lugar donde todos (policía penitenciaria, capellán, educadores, voluntarios), están llamados a la difícil tarea de curar las heridas de quienes por errores cometidos se encuentran privados de su libertad personal. Ninguno puede condenar al otro por los errores que ha cometido”.
A partir de ahora los condenados que hayan demostrado buena conducta podrán obtener reducciones de pena de entre 45 a 120 días por año de pena restrictiva cumplida.
El resto de cambios modifican los procesos penales. Se establece que si el acusado decide no comparecer, el juez podrá ir adelante con el juicio porque se dirigirá al abogado defensor. Si el acusado no comparece por causa grave, el magistrado está obligado a posponer el proceso. También aclara que el mismo fiscal actúa en los recursos.
En los últimos años el Vaticano está actualizando su sistema judicial porque aumentan los procesos que ha tenido que afrontar a raíz de un mayor control interno dentro de sus muros.
Javier Romero