Cada año, al inicio de la cuaresma, el Papa Francisco participa en el tradicional retiro espiritual en la Casa Divino Maestro, llevada por los Padres Paulinos, en Ariccia.
Cada año viaja hasta allí como un pasajero más en un autobús junto a otros prelados y sacerdotes de la curia.
Aunque el año pasado tuvo que seguirlos desde el Vaticano, debido a un resfriado. Y por segundo año consecutivo no irá a Ariccia. En medio de la pandemia, los hará en su residencia, Casa Santa Marta.
Francisco ha invitado a los miembros de la curia, en especial a los cardenales y jefes de oficinas a permanecer en oración desde el 21 al 26 de febrero.
Durante este tiempo se cancelan los encuentros del Papa.
Daniel Díaz Vizzi